martes, 28 de septiembre de 2010

Adele y las casualidades (Javo Rodríguez)

Por una de esas casualidades que, al parecer no existen pero haberlas ahilas, el ya lejano verano me lleve, entre otras lecturas, los 3 números publicados hasta el momento de la imprescindible Dolmen Europa. En la primera entrega se incluía un interesante artículo de Álvaro Pons sobre Adele Blanc-Sec, un personaje de Jacques Tardi que sólo había conocido a retazos, a través de viejos números de Cimoc, sin que despertase mucho interés en mi, es más, el personaje me resultaba más antipático que atractivo. El citado artículo de Álvaro Pons despertó una nueva curiosidad por la detective de comienzos del siglo XX.

Casualidad 1, julio, en un pueblo pesquero de cuyo nombre no quiero acordarme.
Como ya dije era verano y en el verano me gusta veranear, concretamente en un paradisíaco pueblo portugués cuya extensa y solitaria playa posee una pequeña biblioteca, un precioso kiosco de madera, cuyos mínimos fondos tienen una sección dedicada a los cómics, básicamente con publicaciones franco-belgas y, este año, habían traído los cuatro primeros tomos de Adele Blanc-Sec, de tal forma que me hice con el préstamo de Adele y la bestia (Adèle et la bête)... y me enganche con una historieta que combinaba la modernidad (no olvidemos que fue publicada en plena eclosión de los Humanoides Asociados y otras diarreas mentales) con los viejos folletines y que convertía una pequeña anécdota, el terror que provoca en París -ciudad que Tardi demuestra amar- el nacimiento de un pterodactilo y su paseos por la capital francesa, en un entramado de personajes y reilaciones francamente interesante, original y divertido. Conclusión: volví a la biblioteca para poder seguir con las aventuras de Adele y, aunque sigue cayéndome gorda -como su apellido, el vino blanco y seco, seco sólo me gusta el brut-, disfrute con la lectura de El demonio de la Torre Eiffel (Le démon de la tour Eiffel), El sabio loco (Le savant fou) y Momias Enloquecidas (Momies en folie).
Las cuatro aventuras integran el primer ciclo de Adele Blanc-Sec y comienzan en 1911 para acabar, con la aparente muerte de su protagonista en el momento en que Europa va a enloquecer en una ceremonia atroz de sangre y barro, la I Guerra Mundial en 1914. Tardi abandona a nuestra protagonista poco antes del inició de aquella guerra cuyas tenebrosas imágenes reflejó en La guerra de las trincheras (C'était la guerre des tranchées), una obra que, junto a la peli Senderos de gloria (Paths of Glory), muestra, mejor que los libros de historia, el horror de los jóvenes condenados a una muerte evitable por las razones más obscuras. Tras la brutal masacre Tardi resucitó a Adele... pero eso es otra historia, otras historietas, que aun no he leído.

Casualidad 2, agosto en Madrid.
La política de editoras y libreros del cómic me tiene ABSOLUTAMENTE despistado, no comprendo como funciona el juego cultural/económico de las historietas, coleccionismo, frikys, nostalgia y factores que se me escapan han propiciado, para mi gozo y el de otros muchos, que, aunque sea en pequeñas tiradas, en España su publiquen cómics de TODO tipo ¿se venden? no lo se.
Que Norma edite, en plena crisis (?) Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec, con sus cuatro primeros álbumes, me parece fantástico. Que unas historietas, con un comprador ¿obviamente? minoritario puede ser, en mis cortas entendederas, por dos razones: a) están dando palos de ciego o b) su visión cultural/económica responde a una visión más amplia que la de otros negocios. Particularmente prefiero quedarme con la razón b y AGRADECER a editoras y libreros tener una oferta de cómics, respecto a la temática, tan amplia como JAMAS antes he podido disfrutar.

Casualidad 3, septiembre en Madrid.
Vamos al cine, ¿que ponen?, a ver en la Guía del Ocio... ¡coño, Adele, otra vez! Hay que verla, ¿quién dirige? ¡hostias, Luc Besson! Hay que verla. ¿La ponen en los mini-cines del Plenilunio? Si.
Como mi chica me había "obligado" a ver la deleznable Canino su error me permitía ver 5 pelis a mi gusto así que a ver Adele y el misterio de la momia. La peli le gustó más a ella que a mi, pero yo también pasé un buen rato. Adele era en la pantalla mucho más guapa que en las historietas, Louise Bourgoin es una preciosidad, un poco menos borde y la adaptación es entretenida y realizada con cariño hacia el original, me jode que los personajes masculinos sean casi calcados de los dibujos de Tardi -caricaturizados y un tanto ridículos- mientras que los personajes femeninos más importantes, Adele y su hermana, auténticos bellezones pero Adele y el misterio de la momia merece, en mi opinión un notable bajo.